Llamada a Recepción procedente de una habitación. Hora: 00:30 aproximadamente.
- Buenas noches, ¿podría decirme cuánto cuesta la habitación?
- ¿Disculpe?
- ¿Cuánto cuesta la habitación?
- ¿Qué habitación es?
- La 000
- Un momento, por favor...- mirando en el ordenador -. Esta noche son 85 euros.
- Dígame el precio total.
- ¿Las tres noches?,- vuelve a mirar el ordenador -. Son 300 euros.
- Gracias.
Si esto os ha parecido algo surrealista, imaginaos cómo será si os dijera que eran tres noches de alojamiento, y esa era ya la tercera.
Poco después, a la una aproximadamente, me llega una mujer pidiendo habitación.
- Es que vengo de Almería y estoy reventada. He ido a otros dos hoteles y están llenos por las bodas.
- Nosotros también estamos bastante llenos por las bodas, pero ha tenido suerte porque aún nos quedan unas poquitas habitaciones.
- ¿Precio?
- 120 euros, sin desayuno.
Y mientras tomo los datos de la mujer.
- El hotel es precioso. Parece un castillo. ¿La habitación está igual de decorada que el hall?
- Las habitaciones van acorde con el estilo del hotel, sí.
Y, de repente, cambia el chip.
- ¿120 euros? ¡Me parece muy cara la habitación!
- Hombre, tenga en cuenta que es sábado (el sábado suele ser más cara la habitación), estamos casi llenos, y ya empiezan las fiestas en la ciudad.
- Pues es muy cara la habitación.
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