- Buenas noches. Tenía una reserva.
- Claro, señor.
- ¿A qué hora abren mañana el SPA?
- Mañana está cerrado.
- ¿Cómo? Si hemos reservado la habitación por el SPA.
- ¿Y no le han avisado? Porque los compañeros han avisado a los clientes hace días.
- No.
*miro la reserva*
- Disculpe caballero, pero usted no tiene el SPA reservado.
- ¿Cómo que no? En internet vendían ustedes habitación con SPA incluido y así lo he reservado.
*vuelvo a mirar la reserva*
- En la reserva no aparece así reflejado *se la enseño* ¿Me puede enseñar su copia de la confirmación, por favor?
- Me la he dejado en casa. Además, he venido varias veces al hotel y siempre he cogido el SPA.
Ante esto, miro el ordenador y efectivamente en un cliente habitual, así que no me queda otra opción que pedirle disculpas por lo del SPA y decirle que puede reservarlo otro día sin ningún coste. Podría haberle dicho que reclamara a la agencia, pero seguro que los de la agencia habrían llamado al hotel para que añadiésemos el SPA sin coste.
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04/01/2013 3:00 horas
Llega una pareja al hotel. Alegres. Muy alegres. Van al ascensor. Cuando llegan a la planta superior, se oye el típico murmullo de hablar y reír. Sobre todo reír. Subo para llamarles la atención y pedirles que se vayan a la habitación y me los encuentro tirados en el suelo (y él metiéndole mano a ella). Finalmente el compañero de seguridad y yo tuvimos que ayudarles a llegar a la habitación (que estaba al lado).