Bueno, pues aquí vuelvo yo, a las andadas XD
Tras dos semanas de vacaciones (y una más de curro) os comento: Y es que durante varios días (ya no recuerdo, pero juraría que llegaron a las dos o tres semanas largas) se hospedó en el hotel la selección nacional de futbol sala de Qatar. Que sí, que lo hay. Y, la verdad, para mí, gente bastante maja. Los jugadores, más que qatarís parecían brasileños, porque noche sí y noche también salían a la ciudad de juerga. No todos, pero sí había cinco o seis que no se perdían una. Y, ya digo, unos chavales muy majos y simpáticos, aunque los compañeros diurnos no opinen lo mismo (he oído comentarios del tipo que en las comidas se quejaban cuando los platos se retrasaban un poco en salir, o que lo dejaban todo desperdigado por la habitación). Lo malo es que me quedé con ganas de hacerme un par de fotos con ellos, pero bueno.
Vinieron al hotel para concentrarse y jugar algún partidillo (en el enlace de arriba creo que comenta la noticia), en plan "tour".
Bueno, también deciros que durante estos días tenemos un pequeño grupo que me toca apuntar la hora a la que llegan por la noche. Ya os comenté en entradas anteriores que hay veces que parezco una niñera, pero es que esta vez es en serio, ya que son órdenes del jefe del grupo, que hay que apuntar al que venga después de las dos de la mañana. En fin, que hay gente para todo.
viernes, 30 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
CLIENTE VS. RECEPCION: LA BATALLA FINAL
Bueno, antes de nada, decir que no pensaba actualizar hasta la semana que viene (entre otras cosas, porque estoy de vacaciones, que se terminan hoy), pero ayer tuve que ir, porque me reclamaron (una compañera se puso mala y no el resto no podía suplir el turno), así que me tocó a mí. La verdad es que ese pre-estreno estuvo tranquilo y bien. Sólo cabe decir una pequeña anécdota:
Primero, decir que era el turno de tarde (de cuatro a doce de la noche), y el hotel estaba totalmente lleno (por grupos que teníamos y un par de bodas). Sigo sin saber si el cliente al que me voy a referir era de boda o de grupo (aunque creo que era más de lo segundo). Le hago el check in y me pregunta por el SPA, para poder ir esa misma tarde. Le informo de horarios y todo, y que siempre es con cita previa, pero le digo que para hoy estaba completo (así me lo dijeron a mí). "Aun así, voy a llamar", me dijo el cliente. Y yo, en plan "pos' vale". Al rato aparece el cliente diciendo que sí había hueco (pero lo dijo como si me lo recriminara). Y yo a puntito de respoderle "pues mire qué bien". Pero ahí no acaba la cosa, ya que se vuelve a presentar el hombre, me llama a un aparte de la recepción y me dice "que no le conteste" (bueno, no lo dijo con esas palabras, pero lo que me dijo, que no lo recuerdo, fue en ese plan, tipo "que sea la última vez que me contesta"). "Usted me dijo que los sábados el SPA esta siempre lleno, y había hueco". Yo traté de responderle: "Yo no le dije que todos los sábados. Le dije que sólo hoy", pero el hombre me hizo unos gestos con las manos a modo de que me cortaba. "¿Qué le cuesta a usted llamar al SPA y ver si hay hueco?" Vamos a ver..., "caballero". Primero: a mi me dijeron que el SPA estaba lleno, y así se lo he hecho saber a usted (además, antes de todo esto subió a recepción una compañera del SPA y me confirmó que estaban que no daba abasto). Segundo: es el propio cliente el que debe concertar la cita con el SPA. Imagine que llamo al SPA, efectivamente tienen un hueco y es justo a una hora que a usted le viene fatal. "Para estar detrás del mostrador hace falta saber más que idiomas". Y así se quedó la cosa. Pero yo, tranquilo, porque hice lo que todos los que estéis leyendo haríais en mi lugar (¿o no?). Educación ante todo, sí, pero por parte de los dos bandos.
Primero, decir que era el turno de tarde (de cuatro a doce de la noche), y el hotel estaba totalmente lleno (por grupos que teníamos y un par de bodas). Sigo sin saber si el cliente al que me voy a referir era de boda o de grupo (aunque creo que era más de lo segundo). Le hago el check in y me pregunta por el SPA, para poder ir esa misma tarde. Le informo de horarios y todo, y que siempre es con cita previa, pero le digo que para hoy estaba completo (así me lo dijeron a mí). "Aun así, voy a llamar", me dijo el cliente. Y yo, en plan "pos' vale". Al rato aparece el cliente diciendo que sí había hueco (pero lo dijo como si me lo recriminara). Y yo a puntito de respoderle "pues mire qué bien". Pero ahí no acaba la cosa, ya que se vuelve a presentar el hombre, me llama a un aparte de la recepción y me dice "que no le conteste" (bueno, no lo dijo con esas palabras, pero lo que me dijo, que no lo recuerdo, fue en ese plan, tipo "que sea la última vez que me contesta"). "Usted me dijo que los sábados el SPA esta siempre lleno, y había hueco". Yo traté de responderle: "Yo no le dije que todos los sábados. Le dije que sólo hoy", pero el hombre me hizo unos gestos con las manos a modo de que me cortaba. "¿Qué le cuesta a usted llamar al SPA y ver si hay hueco?" Vamos a ver..., "caballero". Primero: a mi me dijeron que el SPA estaba lleno, y así se lo he hecho saber a usted (además, antes de todo esto subió a recepción una compañera del SPA y me confirmó que estaban que no daba abasto). Segundo: es el propio cliente el que debe concertar la cita con el SPA. Imagine que llamo al SPA, efectivamente tienen un hueco y es justo a una hora que a usted le viene fatal. "Para estar detrás del mostrador hace falta saber más que idiomas". Y así se quedó la cosa. Pero yo, tranquilo, porque hice lo que todos los que estéis leyendo haríais en mi lugar (¿o no?). Educación ante todo, sí, pero por parte de los dos bandos.
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