LIBRO DE VISITAS

domingo, 7 de noviembre de 2010

HAY GOLPES Y GOLPES

Bueno, ya era hora de una nueva entrada, ¿no? Después de más de una semana, ya me diréis.... XD
Pero es que ha sido buena.... Empezaré desde el principio: Medianoche. Empieza mi turno. Llego al hotel y me encuentro la puerta así:


No sé si se verá bien, pero la hoja que está de frente está rajada completamente. Yo me quedé O_O

Pregunté y me dijeron que esa tarde una niña (creo que no más de siete u ocho años) fue a la puerta (creo que corriendo). La puerta gira hacia la derecha, la niña pensó que giraba hacia la izquierda y... bueno, este es el resultado. A la niña no la pasó nada, dentro de lo que cabe, gracias a Dios.

Pero lo más fuerte fue la reacción de los padres. El padre, muy comprensivo, pidió mil y una disculpas, y hasta dijo hacerse cargo de la factura de la puerta, pero la mujer, al oír aquello, dijo que no, que la culpa no es de ellos, sino del hotel (algo así como diciendo que la culpa es nuestra por no estar atentos a la niña).

Pero para golpes los de anoche. Serían cerca de las dos y media o tres de la mañana. Yo estaba en el despacho con el ordenador cuando oigo un portazo. Al principio me asusté, claro, pero al momento pensé que sería el de seguridad haciendo la ronda. Al rato oigo golpes y noto como si hubiera alguien corriendo. Me asomo y escucho. Más ruidos. Así durante un buen rato. Hasta oigo una puerta (de una habitación) abrirse hasta en dos o tres ocasiones. Y una de las veces oigo como si alguien golpeara el suelo (fuera de la habitación) con un periódico (no sé si me entendéis). Cuando aparece el de seguridad, se lo comento, y él me responde que estuvo atento a todo. Total, que se acerca a mirar el número de la habitación. Cuando lo oigo, me acordé de que ese mismo cliente llegó poco antes bastante bien (nótese el sarcasmo). Y entre eso y que era extranjero, pues al hablar, lo que es entenderle, pues como que no se le entendía bien...

Harto de los golpes y todo, el de seguridad les llama la atención, y cesan los golpes. Pero lo peor es que el compañero me dijo que vio salir a una chica de la habitación, y el chico la volvía a meter dentro. Una de dos, o los golpes son de que la estaba poniendo a caldo, o que la estaba dando lo suyo y lo de su prima (prefiero pensar una tercera opción: que los dos estaban borrachos y daban golpes por que sí). Pero llegué a verme a mí mismo dándole una habitación a la chica huyendo del chico. Porque eso ya pasó en el hotel, poco antes de entrar yo a trabajar (bueno, todo lo acaecido en el hotel antes de mi llegada siempre es "poco antes", ya que entré a trabajar unos seis meses después de que se construyera).

Y porque no era del grupo que teníamos alojado en el hotel, si no, se lo habríamos contado al portavoz. Que esa es otra. Me llega una chica del grupo. La puerta la cerramos (por seguridad) y hay un timbre por el que preguntamos habitación y nombre, para comprobar que todo coincide. Si no, no se abre. Pues le pregunto a la mujer el número de habitación, y me dice que no se acuerda, que la abra. Yo insisto, y la mujer me dice "la doscientos no se qué" (sí, así, literalmente), hasta que me dice el número. Pregunto el nombre, y la mujer se medio enfada y me repite (más bien, exige) que la abra. Yo, temiendo que se la crucen los cables y pueda terminar rompiendo los cristales de la puerta, la abro (sí, yo siempre me pongo en lo peor). Y cuando entra, me mentalizo de la bronca que me pueda echar, pero no. Me dice: "Como comprenderás, me da vergüenza por el estado en el que estoy". Si os digo la verdad, yo la veía bien. No se la notaba nada la borrachera. Pero lo mejor es que mientras hablaba, se la coló un hipo. Si es que la gente no sabe beber...

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