Bueno, pues me ha tocado currar esta navidad, y además en turnos de doce horas nada más y nada menos. Pero miremos el lado positivo: libro en Nochevieja!!!!! En fin, lo malo es que el año que viene roto los turnos y me toca librar en Navidad y comerme las uvas en el hotel, pero es lo que hay. Pero vamos a lo que vamos, la crónica de estos dos días:
CRÓNICA DEL 24 DE DICIEMBRE:
Me tocaba entrar a las 8 de la tarde, hasta las 8 de la mañana. Se me iba a hacer eterno el turno, pero cuando llego al hotel, me encuentro super animado. Eso es bueno, llegar animado, que si no, no hay un dios que aguante aquello. Pero luego pensé: "Ya verás cómo al final se me va la alegría", y, la verdad, me empecé a aburrir un poquillo a las dos horas, pero como después de la cena había barra libre hasta las tres de la mañana, pues... (No, no penséis mal, no me puse a mamar como un perro, porque, entre otras cosas, yo no bebo alcohol). Pero quiero decir que la barra libre era en el bar del hotel, al ladito de la recepción, y se iba a llenar de gente, que, quieras o no, te anima un poco. Yo pensé: "Jo, desde las 10", y veía cómo las agujas del reloj cada vez iban más y más lentas; tanto, que alguna vez me pareció ver que las agujas iban marcha atrás, pero los tropecientos niños que había me animaron. Cantando, saltando y riendo, pues eso anima un poco. Pero lo bueno es que eran pocos para lo que me esperaba, y antes de las doce y media ya se fueron todos a dormir.... Todos, menos un grupillo de unas seis personas.... sin niños. Y la ecuación "adultos" + "no-niños" + "alcohol gratis" da un resultado peligroso. Pero menos de lo que esperaba. Tan sólo que a uno de ellos le salió el gracioso que llevaba dentro, pero me dejaron tranquilo. Y así hasta las dos y media de la mañana (puffff!!!).
También hubo una mujer (que al final era de ese grupito) que me llega y me pide que suba el volumen del hilo musical, porque no oía nada. "No es por mí. Lo digo porque la gente querrá oírlo también" Uy, sí. Ya ves lo interesada que está la gente en la música que hablan para que se oiga mejor (ironía). En fin, Serafín...
Y eso no es nada. Porque un cliente se peleó con el teléfono de su habitación. Decía que cuando marcada para llamar, le salía un "tu tu tu". Pero, alma de cántaro, si le sale eso es que está comunicando. Pero la verdad era que no le querían contestar. Pobre muchacho, me dio lástima y todo. Quería decirle: "Déjalo. Duérmete y mañana lo intentas otra vez". Pero en fin, hay gente para todo. Bueno, yo ya lo estoy viviendo con humor, que estresarse y ponerse de mala uva por todo esto es tontería (y más teniendo en cuenta que esto sólo se hace porque es Navidad).
Y para colmo, se nos avería la puerta. Gracias a Dios que la pudimos arreglar, porque una puerta averiada, y en Navidad, ¿a quién llamas? Porque seguro que la empresa de la puerta está cerrada estos dos días. Bueno, aquí lo dejo y mañana os cuento qué me ha pasado.
CRÓNICA DEL 25 DE DICIEMBRE:
Aunque no lo parezca, hoy ha sido más aburrido que ayer. No había ni barra libre (que, por un lado, me alegro, pero, por otro, me gustaría que hubiera habido algo, que así me habría animado un poquico). Pero bueno, de todas maneras, no he pasado hambre, que me han vuelto a dejar cena (aunque no os guste, tenéis que probar las manitas, ¿o es manillas? de cerdo en salsa de almejas *babas a lo Homer Simpson*
En fin, a lo que vamos. Que la noche ha sido más tranquilita que ayer, destacando únicamente a un cliente. Os cuento, aparece uno de los camareros que acaba de dejar un room service (servicio de habitaciones) en la habitación, y resulta que el pobre se encuentra con la chica que acompañaba al muchacho en la cama.... arropada.... de la cintura para abajo. Sí, como suena. Pero lo bueno no es eso. Lo bueno es que, no sé, tres o cuatro horas después me llaman a la recepción. "¿Podría subir alguien a la habitación? Que se me ha roto un vaso y por no cortarme". Subo, y mientras pienso: "Ahora me secuestran en la habitación", porque me sonaba a excusa barata lo del vaso, pero allá que voy, con escoba y todo. Cuando llego, me abre la puerta y me dice que el vaso se rompió al lado de la cama, y, ¿qué me encuentro? Pues a una chica en la cama (eso sí, muy tapadita ella). Y sí. Era esa habitación. Yo me concentré en recoger los cristalitos del vaso y largarme cuanto antes, porque se pasa vergüencica, ¿eh? Aunque no sé si la pasaron más ellos o yo.
Bueno, y en principio sólo eso, y tan sólo son las cuatro menos cuarto, así que aún queda mucha noche por delante y aún pueden pasar cosas, pero no creo. Bueno, pues hasta aquí lo que dio de sí estas dos noches. Y ya mañana nada, que libro (Yujuuu!!!!!!). Y el lunes, de vuelta al currele (ya de vuelta al horario normal).
FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!
Me equivoqué. Si que ha pasado algo más. Veréis: serían, no sé, cerca de las cuatro y media, más o menos (aunque no estaba atento al reloj) cuando llaman a la puerta. Por la noche la tenemos cerrada por seguridad y eso, y una mujer me pregunta por una habitación. No sabe el número ni el nombre completo, pero "sé que mi hija está ahí dentro, así que o me deja entrar o llamo a la policía". Yo me asusté, en serio, así que la pedí que esperara un momento y llamo al de seguridad (que estaba conmigo). Se lo cuento y me dice que abra. La mujer, muy educada, nos cuenta a los dos que su hija no había vuelto a casa, y que lo último es que su propia hija la llamó diciéndola que se encontraba en el hotel. Total, que por la descripción que nos da la mujer, el de seguridad y yo reconocemos a la chica y la ubicamos en la habitación. Llamamos a la habitación por teléfono y, pidiendo disculpas por el teléfono, pedimos amablemente que baje a recepción la chica (decimos el nombre completo de la chica, a pesar de que tenemos los datos del novio). Y, bueno, ya os podéis imaginar la cara que puso la chica cuando vio a su madre. Montaron una pequeña escenita, pero, vamos, sin demasiada algarabía. Total, que la madre se llevó a la hija a casa (no sin antes, la mujer, pedirnos disculpas por las molestias y darnos las gracias).
Y ahora sí... FELIZ NAVIDAD!!!!!!
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