8 de la mañana (justo en el cambio de turno). Baja una pareja a desayunar y, al pasar por recepción:
- Disculpen, pero es que hay un señor durmiendo en mitad del pasillo.
Las caras de mi compañera y mía eran todo un poema.
- ¿En qué planta?
- En la primera. Pero aún respira, ¿eh?
La pareja va a desayunar y yo subo a mirar. Y efectivamente, ahí estaba el buen hombre durmiendo la mona que se pilló la noche antes. Entre mi compañera y yo tratando de despertarle. Cuando lo conseguimos, le preguntamos la habitación. El hombre, aún medio dormido, nos la dice (que era justo delante de donde se quedó) y entró.
Y el hombre tuvo la suerte de que mi móvil estaba apagado, que, si no, le habría hecho una foto (eso sí, una foto a lo Cuore: con cara pixelada y ARGH's señalándole).
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