Bueno, parece que es verdad eso de que después de las vacas flacas llegan las gordas. ¿O era la revés? :P
El caso es que después de todos estos meses de barbecho, cada día tengo anécdotas nuevas. Ayer en Segovia tuvimos tormenta por la tarde, tan fuerte que afectó en ciertos lugares de la capital con pequeños apagones (entre otros, mi casa y el hotel). Y por el apagón del hotel (que según me contaron duró ná y menos) tuvimos una pequeña avería con el agua caliente (vamos, que no había), y no se enteró la gente hasta la noche. Yo fui quien atendió la primera queja, y sabiendo que hubo tormenta, le expliqué que no había agua caliente por ello. Pero lo bueno (o malo, según se mire), es que la primera queja fue de los jefes (que se quedaron a dormir en el hotel). Se llamó al compañero de mantenimiento (eran las doce de la noche, yo acababa de entrar al turno) y al poco vino, ya que no era de la habitación, sino en todo el hotel (la compañera que se iba fue a ver si había agua caliente en los aseos). El de mantenimiento vino y estuvo mirando por todas partes, y al final resulta que como la provisión de agua caliente va por sistemas electrónicos, pues resulta que se averió una pieza electrónica importante. Otras dos habitaciones se quejaron, pero seguí excusandome con que era una avería a consecuencia de la tormenta. Finalmente me tocó preparara cartas de disculpas para todos los alojados y colarlas por debajo de las puertas.
También se intentó llamar a la empresa que nos proveía de material electrónico, pero, siendo un sábado de madrugada, como que nadie lo cogía. Así que el domingo por la mañana, el director iba a intentar contactar con alguna empresa de electrónica que estuviera abierta.
Bueno, ya veré esta noche si se pudo solucionar el problema.
PD: Tengo una sorpresa para todos vosotros, pero eso será mañana, que hoy no puedo deciros nada. Normas del hotel :P
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